
Desde antes de nacer podemos prevenir algunas enfermedades que pueden afectar a nuestro bebé.
El consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo de la madre puede contribuir a aumentar el riesgo de que el bebé presente algunos problemas como labio leporino, labio y paladar hendido o el paladar hendido aislado.
Estas fisuras orales son las anomalías congénitas más comunes que afectan la cavidad bucal.
Es muy importante por eso tomar ácido fólico, de preferencia antes del embarazo y durante todo el primer trimestre del embarazo, para reducir estos riesgos.
Los objetivos del tratamiento son: Garantizar la alimentación, el habla, el desarrollo maxilo-facial normales y evitar la formación de fístulas.
El tratamiento temprano dependerá del problema y puede usarse biberones especiales para ayudar a que el bebé pueda alimentarse.
Se puede colocar un paladar artificial o prótesis, moldeado en el paladar del bebé, para hacer posible la succión.
El tratamiento definitivo es el cierre quirúrgico y se realiza en dos tiempos. El primero es entre los 3 y 6 meses, se repara el labio, nariz y paladar blando hendido.
Después se repara la fisura residual del paladar duro entre los 15 y 18 meses de edad.
Este es un trabajo multidisciplinario y se recomienda después tratamiento odontológico, ortodóncico, logoterapia y asesoramiento genético.
Saludos
Dra. Harris.